Diego Luna, especialista en conservación: “El humedal del Río Maipo es un sitio irremplazable para las aves playeras migratorias”

El sitio alberga más del 1% de la población biogeográfica de la especie Haematopus palliatus pitanay, conocida en Chile como Pilpilén. Foto: Diego Luna Quevedo.

Este humedal fue declarado Santuario de la Naturaleza por el Consejo de Ministros hace unos meses y próximamente debería ser publicado el decreto. El sitio cumple un rol clave para que las aves playeras migratorias puedan cumplir sus ciclos de vida. Hoy, dice Diego Luna Quevedo, está amenazado por el proyecto de ampliación del puerto de San Antonio.


“Los humedales son un ecosistema natural, pero también social, ya que no sólo acogen biodiversidad, sino que son fuente de agua para las comunidades, además de ser espacios de recreación”. Con esas palabras, la ministra del Medio Ambiente, Carolina Schmidt, celebraba la decisión del Consejo de Ministros para la Sustentabilidad de aprobar la creación del Santuario de la Naturaleza del río Maipo en noviembre pasado. Prontamente debería ser publicado el decreto en el Diario Oficial.

El humedal costero, ubicado en el límite de las comunas de San Antonio y Santo Domingo, acoge una gran diversidad de ecosistemas y genera las condiciones necesarias para convertirse en hábitat para una gran variedad de aves. “Visité por primera vez el humedal en el año 2000. Recuerdo de esa mañana de diciembre la presencia de grandes bandadas de gaviotas de Franklin y playeros blancos. Eran verdaderas nubes de miles de aves”, recuerda Diego Luna Quevedo, especialista en conservación de la Red Hemisférica de Reservas para Aves Playeras (RHRAP), una estrategia internacional que tiene como misión conservar las aves playeras y sus hábitats a través de una red de sitios en todo el continente americano. “Tengo una conexión muy cercana con este lugar, ya que con mi familia somos asiduos visitantes de Santo Domingo y del humedal. Me he pasado en algunas ocasiones hasta cinco horas enteras sin darme cuenta detrás de un binocular en el humedal. Mi hijo Félix, de seis años, es un amante de las aves y aprendió a observarlas y amarlas en este sitio”, agrega Luna.

En julio de 2005, el lugar fue declarado como un “sitio de importancia regional” de la RHRAP por albergar más del 1% de la población biogeográfica de zarapito trinador (Numenius phaeopus) y pilpilén común (Haematopus palliatus pitanay). En ese momento, cuenta Luna Quevedo, se comenzó un trabajo institucional colaborativo entre el Museo de San Antonio, la Fundación Cosmos, la Red de Observadores de Aves y Vida Silvestre de Chile (ROC) y la Facultad de Ciencias de la UST. Una vez publicado el decreto, este humedal será administrado por Fundación Cosmos, organización que junto a la Municipalidad de Santo Domingo solicitó la creación de este santuario.

-¿Cuál es la importancia de este humedal?

-El humedal del Río Maipo configura un sitio crítico e irremplazable para que las aves playeras migratorias puedan cumplir sus ciclos de vida en la Ruta del Pacífico de las Américas. Además de ser un sitio RHRAP, es una IBA (Important Bird and Biodiversity Area) declarada por BirdLife International. Por su valor en términos de diversidad biológica y por los servicios ecosistémicos que presta para la comunidad local, el humedal ha sido declarado como Santuario de la Naturaleza. Fue el propio Estado el que ha determinado la importancia ecológica y para la ciencia que reviste este sitio.

-¿Qué características tienen las aves presentes en este humedal?

-La avifauna del humedal río Maipo presenta un carácter altamente dinámico y estacional, ya que no sólo alberga a decenas de especies de forma permanente, sino que también es parte de la ruta migratoria del Pacífico, por lo cual recibe anualmente a miles de individuos que provienen desde el hemisferio norte.

Bandada de playeros blancos en el estuario del río Maipo. Foto: Diego Luna Quevedo.

-¿Qué rol cumple este lugar para las aves?

-El sitio brinda hábitats críticos para el descanso, alimentación y reproducción de diversas especies de aves residentes y migratorias. Las aves playeras migratorias en particular son altamente vulnerables y sensibles a la perturbación de sus hábitats y su supervivencia depende de la calidad ambiental de un limitado número de sitios críticos que utilizan durante sus migraciones entre las áreas reproductivas y las de invernada. Uno de esos sitios en Chile es el humedal del Río Maipo. Tanto a escala global como en nuestro hemisferio occidental, varias poblaciones de aves playeras están declinando significativamente debido a múltiples impactos antrópicos que interfieren negativamente en sus ciclos de vida. Sitios como el humedal del Río Maipo funcionan como verdaderas “estaciones de recarga” donde las aves logran el combustible necesario para cumplir con sus ciclos de vida y migración. Si se impactan de manera negativa las condiciones ecológicas del área y los hábitats críticos para las aves, podrían ocurrir varios efectos a la vez; algunas aves se moverían a otros sitios, otras sobrevivirían pero con notorios impactos en su condición y su éxito reproductivo y otras simplemente no podrían completar sus ciclos de vida.

-¿Cuántas especies de aves se han registrado en ese humedal y cuáles son las más significativas? ¿Hay alguna(s) en la categoría de peligro de extinción?

-De acuerdo a lo informado por nuestros socios de la Red de Observadores de Aves y Vida Silvestre de Chile, se han registrado al menos 180 especies de aves en el área de la desembocadura y el mar justo frente a esta. De las especies que se encuentran en la zona estuarina, y considerando los resultados de los procesos de clasificación de especies más recientes a nivel nacional, dos especies se encuentran “en peligro” (becacina pintada y playero ártico), dos especies en categoría “vulnerable” (gaviota garuma y chorlo nevado) y seis especies “casi amenazadas” (pelícano de Humboldt, gaviotín elegante, cuervo del pantano, pilpilén común, pidencito y pájaro amarillo). Además, el pidencito recientemente fue reconocido a nivel global como una especie “en peligro”.

Playeros blancos descansan en el sector del Maipo, después de una larga migración. Foto: Diego Luna Quevedo.

Diego Luna explica que una de las amenazas del lugar es la presencia de perros en el área, que perturban a las aves, y también la presencia de perros sueltos con sus dueños en la playa que generan alteraciones. Pero hay una problema mayor en ciernes: “Sin duda alguna, la mayor amenaza es el proyecto de Puerto Exterior de San Antonio con la construcción de un molo de 1,3 km justo en la ribera norte de la desembocadura del humedal. Se trata de una intervención de gran escala que podría llegar a tener consecuencias irreversibles para el área”.

-¿Qué dice ese proyecto sobre el humedal?

-El primer aspecto a destacar del Estudio de Impacto Ambiental es el no reconocimiento del Santuario de la Naturaleza en el área. Si bien su decreto se encuentra en fase administrativa final de firma, durante noviembre 2019 el Consejo de Ministros para la Sustentabilidad aprobó ya su creación. Resulta inaceptable que se omita de manera deliberada este antecedente crítico para efectos de la evaluación de impacto ambiental del proyecto.

-¿El proyecto contempla los impacto para la avifauna del lugar?

-Las 180 páginas de la línea base de fauna del Estudio de Impacto Ambiental no cumplen con la obligación de poner la mejor información disponible a disposición de la evaluación ambiental. Se omite información conocida sobre especies y poblaciones de aves que usan el área y no se entrega ningún tipo de análisis de los antecedentes. Esto es particularmente singular, en un escenario donde abundan censos, monitoreos y datos sobre el área.

Desembocadura del río Maipo, que se vería afectada por la expansión del puerto de San Antonio. Foto: Diego Luna Quevedo.

Diego Luna Quevedo dice que además de la afectación del humedal, desembocadura y estuario del Río Maipo, el proyecto elimina literalmente los humedales "Ojos de Mar" de Llolleo. En definitiva el Estudio de Impacto Ambiental no reconoce ni el valor del sitio ni los impactos significativos del proyecto en el área. Considerando que el EIA no cumple con el estándar mínimo, este proyecto debería ser retirado del proceso de evaluación. La principal responsabilidad aquí es de la Empresa Portuaria San Antonio como empresa autónoma del Estado y proponente del proyecto, pero también de los Ministerios involucrados y del Servicio de Evaluación Ambiental. Están aquí en juego las obligaciones del Estado en el desarrollo de proyectos de infraestructura de gran escala y sus impactos en las comunidades locales y el ambiente", explica.

Agrega que el objetivo de conservación efectiva de los humedales no puede seguir siendo contradictorio con el desarrollo de Chile. “La pérdida de humedales nos está llevando a efectos negativos no deseados para el bienestar humano y tiene impacto económico negativo en el desarrollo local. Hoy más que nunca, resulta inaceptable que las externalidades negativas de los proyectos las terminen pagando las comunidades y el medio ambiente”.

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